Con el reto de crear un festival itinerante por Latinoamérica en Bogotá (año 2000) César, Mónica, Mario, Ricardo y Marcela Monroy fundan el Festival Los Niños de América Bailan en Pareja, en la búsqueda de un lenguaje danzado que caracterizara e identificara a los niños y a las niñas. ya en esa época otras expresiones artísticas habían establecido formas de comunicarse con el mundo infantil, el teatro, con los títeres, los cuenteros, o el teatro de sombras; la música con los cantos y arrullos infantiles, las artes plásticas con los objetos de colorear de pintar de moldear, las artes visuales con las películas y los programas de televisión que pegan a los niños a la pantalla, pero la danza folclórica infantil continuaba siendo realizada por grupos de niños que repetían de manera fría y esquemática los bailes creados por y para adultos, imponiéndoles a los más pequeños que se debía bailar y cómo hacerlo, con el interés de conservar y cultivar las tradiciones folclóricas de sus países.
Retos fundamentales se abordaron en los años iniciales, en la búsqueda de identificar las características del baile realizado por dos pequeños intérpretes, surgiendo una variedad de interrogantes: ¿cómo es la relación de los niños en la danza?, ¿Cuáles deberían ser sus expresiones y movimientos para llenar el espacio escénico?, ¿De qué forma sus cuerpos cuentan historias y no solo repiten esquemas y movimientos de los bailes tradicionales?, ¿Qué tipo de emociones le dan sentido a la interpretación? entre otras. Otros retos preguntaban sobre como transcender la repetición del baile adulto y entrar al campo de la recreación, duda que nos confronto con preguntas como ¿Qué tipo de danzas folclóricas en Latinoamérica se debía trabajar con niños? , ¿Cuáles serían las músicas apropiadas?, ¿cuáles vestuarios los adecuados?, ¿hasta qué punto llegaba la conservación de la esencia del baile y cuando se estaba deformando?, ¿cuál era el método para romper la repetición del baile adulto y abordar una danza con alma de niño? Con el acompañamiento fundamental de un grupo de maestros de danza (delegados) de América Latina y Europa, nos aventuramos a buscar respuestas aprendiendo del ensayo-error, con la certeza de contar con el aporte de la tradición como legado vivo entregado a las nuevas generaciones para ser renovado y recreado, en la búsqueda que el festival tuviese una identidad propia.
PAÍSES PARTICIPANTES
- Argentina – Delegado: Pablo Oviedo
- Chile – Delegado: Pablo Pérez
- Ecuador – Delegada: Eva Garcés
- México – Delegado: José Martínez
- Paraguay – Delegada: Irma Ávila
- Panamá – Delegado: Eduardo Hansell
- Perú – Delegado: Miguel Ocaña
- Uruguay – Delegada: Cristina Freitas
- Venezuela–Delegada: Xiocary Torrealba