Descripción
En la realidad de la danza el espacio determina la realidad limítrofe y el marco de referencia en el que el ser que danza lleva a cabo las prácticas antropotécnicas más exactas y donde tiene lugar las fuerzas interpretativas (también conocidas como duende, proyección artística y/o artistry). De manera que el ser se enfrenta a sí mismo en los lugares que lo albergan. En el caso de la danza es posible distinguir al menos tres realidades espaciales: el espacio de formación (salón de clase), el espacio de escenificación (teatros, lugares de interacción con el público) y el espacio in extenso de la vida del bailarín (la casa, el mundo). En este trabajo sólo nos detenemos en el espacio formativo. Morada en la que el bailarín ha de pasar la mayor parte de su vida.