Descripción
El artículo analiza comparativamente la figura del escritor Rubén Darío -tomándolo como representante de la intelectualidad porteña de la época- y la de la bailarina Isadora Duncan, a partir de los textos de ambos así como sus concepciones artísticas e ideológicas, haciendo énfasis en la noción de modernismo. Se trata de un trabajo inicial sobre la conformación de un “gusto modernista” en el público de danza argentino de principios del siglo XX. El artículo analiza las presentaciones de Duncan en Buenos Aires y su repercusión en la prensa escrita de la época para reconstruir la recepción de la bailarina por parte del público local. En este punto, se rastrea el modo en que la historiografía de la danza argentina ha retomado lecturas de la prensa del momento, incluso dichos de Darío sobre Duncan, y los ha reproducido de manera acrítica. Así se sostuvo la imagen de Duncan como “rara” e irreverente, aunque para 1916 su estética ya no lo era y por ello el público y la prensa local, que conocía en profundidad su poética, calificó su danza como un arte que “ya no conmueve a nadie”.