Descripción
En el presente documento se hace un análisis sobre la danza como forma original, conocida como la más antigua expresión humana. A través del cuerpo y del lenguaje, la danza tiene una poderosa conexión con los mundos emocional y espiritual. En la cultura tradicional aborigen, la danza es para el alma, como una especie de medicina sagrada.
El milenario silencio de América no sólo era rasgado por el canto y la danza que resultaban del ímpetu guerrero o de la salvaje algarabía de algunas tribus aborígenes, sino también por los purísimos sonidos del teponaxtle que hacían trascender la señorial y enigmática música de los indígenas al cual se enfrentaban los españoles a su llegada.