Descripción
Uno de los ejes de la invención de la política cultural en el siglo XX consistió en el apoyo social y laboral al artista, desde un conjunto de acciones desde el lado de la oferta. En el caso español y en concreto en el sector de la danza, en este trabajo se muestra la debilidad e ineficiencia por parte del Estado en dotar de unas condiciones laborales que permitan el desarrollo de una carrera artística al margen de la precariedad. Esta se evidencia tanto en las condiciones objetivas –debilidad de la oferta de compañías estables– e incremento insostenible de los conservatorios profesionales y superiores por parte de las Comunidades Autónomas, como en los propios discursos de los bailarines españoles en el paradigma del nuevo espíritu del capitalismo.