Descripción
Desde las aulas se puede fomentar la eliminación del falso mito del amor-posesión y fomentar relaciones afectivas basadas en la igualdad, la libertad y el respeto, permitiendo a los y las adolescentes replantear su cotidianidad y transformarla en función de la equidad; promoviendo no solamente buenas prácticas feministas, sino también, fomentando las nuevas masculinidades para estar mejor preparadas y preparados para interactuar con la sociedad. Por lo tanto, el espacio educativo junto a los y las docentes son un binomio perfecto para romper estereotipos de género, siendo clave en el desarrollo de los valores de los menores. Desde las aulas de clase se debe promover el cambio, otorgando a las y los estudiantes los conocimientos para acercarse a la realidad y reconstruirla desde una perspectiva de género, para comprender e interpretar el mundo que rodea teniendo en cuenta que la equidad de género es un derecho humano, y que las inequidades estructurales y las relaciones desiguales de poder hacen que las mujeres y los hombres no gocen de los mismos derechos.