Descripción
Este trabajo, tras bosquejar un sucinto repaso de la historia de la danza y su relación con la ópera, que vive sus momento más sobresalientes en las Opéra Ballet del XVII y en la Grand Opéra del XIX, se centra en un título concreto, La Gioconda (1876, Milán) de Almicare Ponchielli, y más específicamente en su ballet “La danza de las horas” por ser el primero de su género en todo este periplo que presenta un argumento definido, autónomo y completo que lo hace susceptible de ser interpretado incluso fuera del contexto de la obra para la que fue concebido: el libretista Arrigo Boito imaginó doce bailarinas dibujando un círculo que representaba las doce horas de un reloj esférico y dos bailarines situados en el centro del mismo ejerciendo de las manecillas que señalan las horas. La magia de la música de Ponchielli animó esta idea.