Descripción
La crítica de arte tiene una larga historia en la cultura occidental como metadiscurso privilegiado en el intercambio entre los creadores y los diferentes públicos de las obras. El lugar que ocupó en ese vínculo fue cambiante: ha sido formadora de gusto, evaluadora de lo que era o no era arte, pedagoga, comentarista o simple observadora. Los espacios que los críticos tuvieron siempre reservados para su actividad fueron, y siguen siendo, revistas culturales y suplementos de diarios, que, aunque fueron transformándose a lo largo de los años, mantienen todavía ciertos modos y contratos de lectura específicos del medio impreso. En este contexto, dentro de los lenguajes
artísticos, la danza, especialmente, ha tenido un espacio muy reducido de tratamiento.