Descripción
Este ensayo se ocupa de describir el proceso de profesionalización de los escenógrafos mexicanos una vez echado a andar el programa cultural vasconcelista y sus efectos en la participación de los pintores mexicanos en el Movimiento Mexicano de Danza Moderna. Se destaca la creatividad de pintores como Orozco, Soriano y otros hasta la fundación de la carrera de producción escénica llevada a cabo por Julio Prieto en un marco de profesionalización que da pie a la creatividad y a las labores de organización y enseñanza de su sucesor y alumno Antonio López Mancera. El paso de la danza moderna a la contemporánea incorpora a escenógrafos profesionales que, al realizar un trabajo conjunto con los coreógrafos, establecen una expresividad creativa específica y la vinculan con los avances del quehacer escenográfico en las variadas artes escénicas. El texto describe también algunos aspectos conceptuales básicos de la producción escenográfica y refiere ejemplos concretos de los vínculos entre el escenógrafo y las peculiaridades de la expresión coreográfica.