Descripción
El cuerpo ocupa un lugar cardinal en las crónicas modernistas de José Juan Tablada y la clave para entenderlo es erótica. El erotismo decadente es un leitmotiv tenebroso, aleja de la realidad y eleva al artista hacia cumbres inexploradas de la mitología, tiende a un idealismo desencarnado o a un hedonismo perverso. Al contacto de Baudelaire y de un simbolismo cada vez más hermético, las niñas ruborosas del romanticismo se convirtieron en las femmes fatales del decadentismo. La mujer es el instrumento simbólico preferido del novecientos, el centro de sus obsesiones y de sus juegos esotéricos. Para ilustrar este intenso juego metafórico, Sophie Bidault eligió trabajar aquellas crónicas que le parecieron representativas de la densidad y de la fluidez del imaginario decadente. El libro está dividido en tres partes. En la primera, la autora estudia la crónica sobre la bailarina Loie Fuller (1897). En la segunda, se ocupa de las Crónicas de Japón (1900). Y en la tercera, se aboca a las Crónicas de París (1911-1912). Las crónicas de José Juan Tablada esconden muchos cuerpos. Siguen provocando la emoción y la inventiva del hermeneuta en busca de nuevos signos y de nuevas interpretaciones.