Descripción
A fin de ofrecer una perspectiva interpretativa sobre el sentido afectivo de la danza de tango, se sigue la interpretación de Enrique Santos Discépolo, profundizándola desde la perspectiva de la fenomenología de la vida desarrollada por Michel Henry. Se comprende entonces que la danza de tango es de índole afectiva y, por lo tanto, no tiene un carácter mimético sino expresivo y liberador. Así, se muestra: que lo expresado en todo baile no es el cuerpo orgánico sino el cuerpo subjetivo; que la fuente originaria del sentido del ritmo es la vida; y que la intersubjetividad implicada en el baile de tango es de carácter no-intencional.