Descripción
El fin del siglo XX trajo consigo la profesionalización de las artes en México, en la década de 1990 la mayoría de las Universidades de la República Mexicana ofertan Licenciaturas en artes orientadas a las diferentes disciplinas artísticas, entre ellas se encuentra la danza contemporánea. Hasta entonces un bailarín es considerado profesional si pertenece a alguna Compañía de danza y/o obtiene remuneraciones económicas por su trabajo. Con la oferta de Licenciaturas esta perspectiva cambia
considerándose a partir de entonces que la profesionalización se obtiene con el título otorgado por una Universidad. Los docentes que forman parte de las primeras plantillas académicas son bailarines con conocimientos de técnicas de formación dancística, estilos de movimiento y técnicas creativas, y en su mayoría no cuentan con una Licenciatura.