Descripción
Las milenarias corrientes de danzas se perciben sólo en la realización de cada especie. No vemos “danzas”; vemos una o más parejas que aparecen de pronto y que, en la grata empresa de realizar una coreografía -la coreografía de una especie–desarrolla el correspondiente repertorio de imágenes en serie durante pocos minutos y desaparecen dejando en la memoria del espectador un recuerdo de instantáneas confusas o distintas y en la mente de’ los propios bailarines el formulario potencial de coreografías que en otro momento presidirá la externación de otra variante de la misma o de otra especie. No hay “danzas”; vemos la momentánea expresión de cada una: el minué, la contradanza, el vals, la polca, el tango. Las cadenas milenarias se reconstruyen históricamente por las realizaciones fugitivas de esas familias de especies que viven entre generaciones de bailarines medio siglo, uno, dos siglos y mueren cuando cambia el contorno social que las engendró.