Descripción
Santiago de Cali, más conocida como “La Sultana del Valle”, es reconocida mundialmente como la ciudad de la salsa, pues alrededor de los años 70, en un periodo de expansión e industrialización en el país, los ingenios trajeron expertos del área azucarera a Cali, los cuales eran de origen cubano y puertorriqueño, llegando con ellos costumbres y tradiciones, entre las cuales estaba la música antillana (son, boogaloo, pachanga) dando un espacio de reconocimiento en la ciudad. La salsa en Cali hace parte de la cultura de la ciudad, el imaginario de la caleñidad contemporánea gira sobre la salsa y ha logrado sobrevivir a las nuevas culturas de la globalización y de la inmigración porque no está asentado sobre discursos e intenciones del deber ser, sino sobre una historia urbana vivida, de profundas raíces que crecieron con la gente y los barrios de la ciudad. Si bien Cali ha sido reconocida por este género, no puede dejarse de lado que la introducción de nuevos ritmos a la ciudad, han propuesto alternativas musicales y con ellas la conformación de grupos dancísticos que han incrementado las opciones culturales y turísticas en lugares llenos de significados. Igualmente, ha reintegrado la sociedad a través de distintas prácticas culturales. No es extraño comprobar cómo se recurre al baile cuando se quiere hacer referencia a la identidad personal, al sentimiento colectivo y encuentro feliz con los otros, de allí la importancia de incorporar la danza para contribuir al desarrollo integral de la juventud, para preservar las costumbres, las tradiciones y la riqueza patrimonial de la comunidad, generar reflexiones en torno a la convivencia, la identidad nacional y el valor de la afrocolombianidad. También, muchos jóvenes han encontrado mediante el aprendizaje de la danza su lugar en el mundo.