Descripción
La danza contemporánea constituye un microespacio donde a menudo se cuestionan las representaciones hegemónicas del cuerpo y el papel que la sociedad asigna a la diferencia. Asimismo, la teoría de la danza considera las experiencias vanguardistas del siglo XX como un importante sustrato para la danza crítica actual. Proponemos, al respecto, un estudio de las rupturas más significativas que la danza escénica presenta a lo largo del siglo XX; para ello, identificamos las distintas líneas de fuga que fueron surgiendo a lo largo del tiempo, tanto en la danza moderna como en la posmoderna. En este proceso, señalamos como punto de partida, el debate en torno al cuerpo escénico ideal, así como a sus límites y posibilidades; evidenciamos, además, el surgimiento de distintas respuestas creativas que afectan a la imagen del cuerpo, a su relación con los objetos y la tecnología, así como a la relación específica entre los cuerpos. Constatamos que muchas de las propuestas y preocupaciones de esta centuria siguen vigentes, en particular las que se dirigen a democratizar la danza en un proceso permanente de asimilación estética y pedagógica, las cuales operan a modo de utopía.