Descripción
Hace cien años, las mujeres de la danza tomaron de la experiencia corporal los principios lógicos, para ubicarse frente a un nuevo orden lleno de opciones singulares en la interpretación del cuerpo y sus significados simbólicos. Los textos de mujeres que han retado al logos para hablar del cuerpo, como Simone de Beauvoir, Gayle Rubin, y Judith Butler acompañaron más adelante el camino de las bailarinas visionarias e iluminadas que desde el hondo sentir de sus entrañas (como por ejemplo Mary Wigman), aportaron experiencias fundamentales para la transformación de la noción de un cuerpo liberado y consistente de una emancipada identidad femenina.