Descripción
La primera vez que tuve contacto con la danza- teatro (o danza neoexpresionista) fue cuando vi el trabajo de “Utopía”, “Barro rojo”, “El teatro del cuerpo”…no sabía si lo que estaba viendo era danza o era teatro, pero me atrapó, me cautivó, “me enamoró” y surgió en mí la necesidad de saber qué era, de conocerla, emprendí entonces la búsqueda y me di cuenta de que ni en el Centro de información y Documentación de la Danza (CENIDI JOSÉ LIMÓN) había información, recorrí bibliotecas, librerías y no encontré nada hasta que tuve la fortuna de conocer el libro La Nueva Cara del Bailarín mexicano de Patricia Cardona…Mi propósito con esta tesis es armarle su historia y al mismo tiempo darle un cuerpo a la danza-teatro porque no es un género de haya caído del cielo por arte de magia (aunque así lo parezca) sino que ha recorrido un largo difícil camino y después de 20 años de existencia, tiene derecho a que se le reconozca como género independiente y autónomo, pero para reconocerlo primero hay que conocerlo.
